viernes, 27 de junio de 2008

El Sueño

EL SUEÑO
Mientras dormimos nuestro cerebro sigue funcionando y una prueba de esto son los sueños los cuales a veces son tan intensos como la misma realidad.
En el periodo de sueño en el organismo hay una serie de cambios fisiológicos, variación en el funcionamiento cerebral, cambios en el tono muscular, cambios en la respiración y hasta cambios en el sistema genital.
El sueño es dividido en dos etapas:
El sueño MOR (Movimientos oculares rápidos) y el sueño NOMR (Sin movimientos oculares rápidos).
Si observáramos a una persona a una persona desde que se acuesta, antes de quedarse dormida, nos daríamos cuenta que en su organismo se producen cambios.
Al inicio del sueño se dan contracciones musculares en las extremidades o en todo el cuerpo. Estas contracciones nos indicarían que la persona acaba de quedarse dormida, otro tipo de cambio en el organismo serían los movimientos oculares rápidos que se producen después de noventa minutos del inicio del sueño, esto es una señal de que la persona está soñando.
Todos estos cambios fisiológicos fueron tomados en cuenta por Rechstchaffen y Kales para hacer una clasificación del sueño en etapas diferentes.
La clasificación la realizan a partir de los siguientes parámetros electrofisiológicos:

Electroencefalograma (EEG): Medición de la actividad eléctrica cerebral.
Electrucolugrama (EOG): Medición de movimientos oculares.
Electromiograma Submentoniano: Medición del tono muscular.
Respiración: Medición del aire respirado y cantidad de movimientos musculares torácico abdominal.
Oximetría: Medición del oxígeno en la sangre.

CARACTERISTICAS DE LA FASE DEL SUEÑO.

Fase 1: Sueño ligero en el que aún se perciben los estímulos generados a nuestro alrededor. ( auditivos y táctiles ). Es poco o nada reparador. El tono muscular está disminuido en relación a la vigilia y se presentan movimientos oculares lentos.

Fase 2: Es la fase de bloqueo sensorial a nivel del tálamo. Nuestro sistema nervioso bloquea las vías de acceso de la información sensorial. Este bloqueo provoca una desconexión del entorno. El sueño de fase dos es reparador pero no es suficiente para descansar completamente. El tono muscular es menor que en la fase uno y desaparecen los movimientos oculares.

Fase 3: El bloqueo sensorial se intensifica en relación a la fase dos. Si nos despertamos en esta fase nos sentiremos confusos y desorientados, en la fase cuatro sucede lo mismo pero con una mayor intensidad. En este sueño de fase tres la persona descansa subjetiva y objetivamente. El tono muscular es más reducido que en la fase dos y no hay movimientos oculares.

Fase 4: Fase de mayor profundidad en el sueño, periodo esencial para la restauración física y mental. El tono muscular está muy reducido. Los sueños de esta fase se presentan en imágenes, luces y figuras pero nunca en forma de historia. Es la fase en la que se presentan alteraciones como el sonambulismo y el terror nocturno.

Fase MOR: Esta es la fase de los sueños típicos en forma de narración. La actividad cerebral es rápida. El tono muscular es nulo. Las alteraciones más tipicas son las pesadillas, el sueño MOR sin atonía y la parálisis del sueño.

PROCESO EVOLUTIVO EL SUEÑO
El sueño infantil

De 0 a 12 meses
La evolución del sueño es caracterizado por pasar de polifásico a monofásico. El niño duerme de 5 a 6 periodos al día, cada uno de 3 a 4 horas de sueño.
Hay diferencias individuales en los hábitos del sueño debido a las características personales de cada niño.

El primer trimestre 0 a 3 meses.
La tarea del niño durante este primer trimestre es adecuarse a la vida fuera del útero, el niño posee un repertorio de conductas que le permiten comunicar sus necesidades. El niño tiene una parte de sueño metódica , duerme más de noche y está mas tiempo despierto durante el día y hace siestas interrumpidas .
Durante los dos primeros meses de vida duerme de 16 a 17 horas, los periodos de vigilia y de sueño se distribuyen de manera pareja durante las veinticuatro horas.
Rumbo a las seis semanas muestra un periodo de vigilia sostenido, que sucede durante la tarde.

El segundo trimestre 3 a 6 meses.
El niño duerme catorce horas en total, de nueve a diez horas durante la noche y de cuatro a cinco durante el día. Hace dos o tres siestas por día. Entre un 50 y 70 por ciento de los niños de esa edad duermen siete horas seguidas por la noche.

El tercer trimestre 6 a 9 meses.
El sueño total por día es de trece a quince horas por día, disminuye el vínculo entre el sueño y la alimentación. Buena edad para establecer un ritual para la hora de acostarse.

El cuarto trimestre 9 a 12 meses.
Marca el inicio de la independencia, en esta edad duerme aproximadamente catorce horas por día, doce de las cuales son de noche con dos siestas diarias de una hora. La actividad física modifica la conducta del sueño.




El sueño del niño de 1 a 3 años.
Posee mayor control de su cuerpo, duermen de doce a trece horas por día una o dos horas las ocupan para siestas. Entre los quince y dieciocho meses entran en fase de transición en la cual dos siestas son demasiado y una no es suficiente.

Los preescolares y el sueño.
Duermen de once a doce horas durante la noche. La mayoría de los niños de esta edad ya no suelen tener siestas por la tarde. Los objetos inanimados les crean temores y afectan la conducta del sueño.

El sueño en los niños de edad escolar.
A esta edad focalizan su atención a la productividad y a la competencia, se preocupan por la muerte, luego de una muerte en la familia suelen pensar que morirán pronto sus padres. Una pesadilla es muestra de que el niño elabora muy adecuadamente sus experiencias de vida. Las pesadillas pueden ser con animales o criaturas imaginarias. Las pesadillas ocasionales no son motivo de preocupación y las frecuentes con temas recurrentes requieren de mayor atención por parte de los padres para descubrir la fuente de os temores y ayudarlo a enfrentarlos y superarlos. A esta edad verbalizan sus temores.

TERRORES NOCTURNOS.
Representan un despertar incompleto del sueño NMOR, el sueño en esta etapa es muy profundo en los infantes, la profundidad de este tipo de sueño puede hacer difícil la transición al siguiente ciclo de sueño. Cuando esto sucede aparece el terror nocturno. El 5% de los niños experimentan terrores nocturnos, estos no son causa de preocupación en niños menores de seis años y se dan más frecuentes cuando los niños están demasiado cansados.

LAS PESADILLAS ENFOCADAS A LOS TERRORES NOCTURNOS.
Durante el sueño MOR, el niño parece asustado y llora.
Al niño se le despierta y se le consuela rápidamente.
El niño se resiste a volver a dormir.
Se produce en la etapa final de la noche.
El niño recuerda el sueño.
El sueño lo recuerda por la mañana.

TERRORES.
Se dan en el primer tercio de la noche durante la etapa 3 a 4 del sueño NMOR.
El niño prece estar asustado y confundido, tiene palpitaciones, ojos desorbitados, transpira, se agita.
Cuesta trabajo despertar al niño.
Se vuelve a quedar dormido por si solo.
No hay sueños.
No hay recuerdos por la mañana.



BIBLIOGRAFÍA.
Trastornos de la infancia.
Editorial Paidos.
Francoise Dolto
Claves para niños con problemas para dormir
Editorial Longseller
Susan E. Gottlieb.
El método Brazelton
Grupo Editorial Norma
Joshua D. Sparrow, M.D.

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